La decisión se enmarca en la ambición de China por consolidarse como una potencia mundial en inteligencia artificial para 2030, una meta que el presidente Xi Jinping reiteró en diversas ocasiones.
Las autoridades consideran que inculcar conocimientos de IA desde la infancia permitirá formar a los futuros líderes del sector tecnológico y reducir la brecha de habilidades en carreras vinculadas a las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
Mientras otros países aún debaten cómo y cuándo incluir contenidos de IA en sus planes de estudio, China avanza con paso firme en la transformación de su sistema educativo.
Esta política podría marcar un precedente a nivel global, ya que redefine lo que significa estar alfabetizado en el siglo XXI. En palabras de las autoridades educativas, comprender los fundamentos de la inteligencia artificial será tan esencial como saber leer, escribir o resolver operaciones matemáticas básicas.